Se encuentra ubicado en un edificio catalogado por el INAH como monumento histórico y en uno de los puntos con más historia del centro de la Ciudad de México.
Busca el renacer de un edificio emblemático que, habiendo sido testigo de tantos acontecimientos históricos y tras permanecer en desuso durante muchos años, está preparado para transmitir la historia antigua de esta parte de la ciudad así como la manera en que se vive actualmente. Haciendo evidente las intervenciones que ha sufrido el edificio, así como los elementos originales de su estilo colonial, es un espacio para comprender y absorber la cultura e historia de México desde sus orígenes y hasta nuestros tiempos.
Queremos replicar en cada huésped la sensación que tuvimos la primera vez que entramos a este edificio: oculto tras una fachada simple y descuidada se encontraba uno de los tesoros arquitectónicos más impresionantes del Centro Histórico. Materiales y técnicas constructivas vernáculas, dos amplios domos por el que entraba una luz tan especial que casi parecía querer “endiosar” los elementos de forja en la balaustrada o su imponente escalera. Cada rayo de luz colocado estratégicamente para destacar los elementos más impresionantes.
Somos la luz que te invita a descubrir los secretos de la historia y la cultura mexicana.
La plaza, originalmente propiedad de Juan Gutiérrez Altamirano, fue utilizada por su hijo Fernando en 1582 para corrales y un rastro, dando origen a la Plazuela de Jesús. A lo largo del tiempo, cambió de nombre y, en 1825, se convirtió en mercado. En 1964, adoptó su nombre actual en honor a Francisco Primo de Verdad.
Fue la primera institución de este tipo en México, fundada por Hernán Cortés en 1523 bajo el nombre de Purísima Concepción. En 1663, tras un regalo de la indígena Petronila Jerónima, una escultura de Jesús de Nazareno, el hospital cambió su nombre a Jesús de Nazareno, en honor a la devoción que causó la imagen.
En el punto donde se interceptan las actuales calles de Pino Suárez y Rep. del Salvador se llevó a cabo el encuentro del señor de México, Moctezuma Xocoyotzin, y el conquistador hispánico, Hernán Cortés, el día 8 de noviembre de 1519. Este suceso está representado en un mosaico de talavera a un costado del Templo de Jesús de Nazareno con un diseño inspirado en el biombo realizado por el pintor novohispano Juan Correa en 1694.
Anteriormente Calle de D. Juan e inicialmente conocida como la Calle Nueva, fue una de las más importantes tras la llegada de los españoles. En ella residían nobles y personajes destacados y fue la primera en contar con alumbrado público en 1783. Los vecinos instalaron por su propia cuenta, quizás para combatir la inseguridad de aquellos años, una serie de faroles. Dos años más tarde se expidió una orden de colocar faroles uniformes frente a distintos negocios.